Reto: La revuelta al cole
de Libros.com
Me llamo Magdalena, y tenía siete años cuando eché una última mirada a mi nueva madre. Había tenido mucha suerte de haber sido adoptada por la familia Echevarría-López.
Sor Matilde y yo, íbamos por los pasillos del enorme edificio donde nuestros pasos resonaban. Estaba muy nerviosa porque era la primera vez que iba a la escuela y porque estrenaba tantas cosas bonitas: uniforme, cartera, cuadernillos... Con mis calcetines blancos calados y mis lustrosas merceditas azul marino, mi lazo del pelo, del mismo color, que olía a colonia de lavanda. Lo estaba viviendo todo como un sueño.
La hermana golpeó rápidamente tres veces una puerta con los nudillos y una voz dio su permiso para entrar. Sor Blanca sería quien me enseñaría el abecedario, a hacer cuentas, a coser y a cantar en el coro.
Cómo me hubiese gustado que mis padres estuviesen allí para verme. Aunque yo creía fervientemente que me veían desde el cielo. Es lo que me habían contado, que estaban allí arriba desde que su carro se salió de la carretera cuando el burro que tiraba de él, dio un mal paso, se partió una pata y murieron todos en la cuneta. Hasta muchos años más tarde, cuando ya peinaba canas, nadie se atrevió a contarme la realidad sobre sus muertes. Que padre, madre y Perico, el burro, tenían disparos de bala en la cabeza. Les habían ejecutado y enterrado en alguna fosa común en donde lo muertos de la guerra esperan a ser encontrados por su gente.
Nací en la década de los treinta del siglo XX y corría el año 1940 cuando comencé a estudiar. Ahora soy la anciana de una gran familia con hijos, nietos y bisnietos que, tuvo la suerte de estudiar en aquellos tiempos, cuando no todo el mundo podía permitírselo.
Después de tanto años, la herida sigue abierta. La mal llamada Transición... En fin; yo quería decirte que los peores días de mi vida eran cuando comenzaba el año escolar.
ResponderEliminarLo mío era amor/odio. Solo me gustaba estrnar los libros y los plumieres con los colires y los rotus. Soy de EGB 😊
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