28/03/2023

Tu nombre en el aire

Foto: Isabel Allende (1942) y su hija Paula (1963-1992)
Reto: En la casa de los espíritus de Isabel Allende
de Libros.com


Paula, ya no queda tanto.
Tu madre ha tenido una vida tan plena y tan vacía a la vez… sobre todo desde tu ausencia. Ochenta años vividos y sólo veintinueve contigo.
No podía ver como esa extraña enfermedad llamada porfiria se cebaba contigo. Por eso te pidió por favor, que te marcharas y murieras para que no sufrieras. Tras ciento cincuenta días en coma en el que ni pestañear podías, tu marido y tu madre te dejaron marchar. ¿Para qué retenerte postrada en un hospital? Sin conciencia, sin vida, sin futuro. Sólo sueño inducido y oscuridad, pero te dejaron ir a la luz, como la de tu sonrisa.
Tu nombre en el aire, Paula, se cuela por la ventana moviendo las cortinas blancas. Estás siempre viva en tu madre porque ella te ama y te recuerda. Y mientras alguien te recuerde, siempre vivirás. Y vives en Isabel la escritora, la chilena errante, la madre de un hijo vivo y una hija muerta. 
Con la edad que ahora tiene tu madre y tras pasar por una pandemia, ella que lo ha tenido todo materialmente hablando, se pregunta ¿para qué tanto? Estamos aquí de paso, por sólo un rato. Para qué acumular tantas cosas. Por qué hacer gala de tanta ostentación. Paula, con los años, tu madre ha aprendido a vivir con menos, y si pudiera volver atrás en el tiempo, cambiaría el pasado para no hacer tantos viajes, y disfrutaría más de ti y de tu hermano.
Paula, tú que vives en la eternidad, espera como siempre has hecho. Algún día tu madre y tú podréis reuniros de nuevo y vuestros nombres viajarán por el aire a modo de pensamientos. Isabel y Paula.

21/03/2023

Ballerina

Reto: Vérsame en el Día Mundial de la Poesía
de Libros.com
&
Día Mundial de la Poesía
¿La homenajeamos? 


Ballerina baila, Ballerina vuela,
El teatro en silencio la contempla,
La platea y los palcos se enamoran.
Grácil, elegante y preciosa
Flota mientras danza en el escenario,
Como un suave diente de león
Sus piernas, sus brazos, su cuerpo,
Toda ella es un movimiento etéreo.
Los aplausos estallan y Ballerina agradece,
Con sus manos sobre su pecho,
Pasa una pierna por detrás,
Reverencia a su gran público
Hasta que el foco se apaga
Y su luz también languidece.
Se quita las puntas y su vestido de baile,
Desmaquilla su rostro y deshace su moño.
Un coche la espera y su chófer la conduce
Cruzando calladas  y desconocidas calles,
Otra noche, otra ciudad, un nuevo hotel y soledad...
Ballerina se duerme con los ojos mojados,
Recordando los aplausos y las flores,
Los regalos de los admiradores,
Y a su familia siempre ausente,
Llorando en la soledad de la fama.


15/03/2023

Destellos dorados

Foto generada y modificada por FaceApp
 Reto: Todos fuimos el principito
de Libros.com


Después de sobrevolar las pirámides de Giza, el motor de la avioneta de Pierre empezó a echar humo y perder altura, lo cual le obligó a aterrizar en pleno desierto. Algo aturdido, empezó a caminar solamente con la ayuda de un mapa y una brújula, pero estaba desorientado. El sol le hacía sudar profusamente y su cantimplora estaba casi vacía. Su cabeza ardía, así que se ató una bufanda de lino a modo de turbante.

Estuvo andando durante horas bajo aquel infierno. No sabía dónde se encontraba y empezó a perder la esperanza de ser rescatado. Pero cuando el sol empezó a ponerse, a lo lejos, se formó ante sus ojos una silueta humana y sin dudarlo, fue hacia ella. Pierre había estado leyendo El Principito que su amigo Antoine le había regalado, y debido a la deshidratación y al cansancio, creyó que aquella silueta era la del niño protagonista de dicha historia. Pero resultó ser una joven arqueóloga de nombre Élise, que estaba trabajando en una excavación cerca de allí. Al tenerla cerca, los destellos dorados de su pelo corto y rubio además de su belleza, le encandilaron.

Pierre, aturdido por el golpe y la calurosa travesía por las dunas, empezó a hablar a Élise de sus aventuras y de sus sueños de dar la vuelta al mundo sin escalas en su avioneta. Claramente deliraba, pero la mujer no dudó en ayudarle, llevándole al campamento donde otras cinco personas aguardaban. Le dieron agua, comida y un colchón donde descansar y recuperarse. Pierre, agradecido, empezó a hablarles de sus andanzas como experimentado piloto.

Élise se quedaba absorta con la pasión que transmitía Pierre al hablar. Eran muy parecidos, pues ambos amaban hacer lo que hacían. Él, descubrir lugares volando, y ella excavando. En un momento dado, sus miradas se cruzaron y saltó un chispazo que sólo ellos notaron.

Al día siguiente Pierre y Éloisese dirigieron hacia el avión accidentado,

pero no podrían arreglarlo hasta pasada una semana. 

Durante todo aquel tiempo, Pierre y Élise estuvieron la mayor parte del tiempo juntos, contándose sus vidas y sus anhelos. 

Cuando finalmente Pierre pudo irse, empezaron a escribirse cartas y ocasionalmente, también hablar por teléfono. Mientras Pierre iba volando y explorando el mundo, Élise se enfocó en su trabajo como arqueóloga. Él solía bromear con ella llamándola su Petite Princesse, por haberla confundido con el niño rubio al conocerse, con lo que se quedó con ese cariñoso sobrenombre.

Tras un año, cansado ya de volar por todo el mundo, Pierre dejó su vida nómada para casarse con Élise en una boda íntima y llena emoción.

El tiempo pasó y formaron una bonita familia. Tuvieron tres preciosos hijos, Mireille, Juliette y Roland que, les dieron siete nietos. Incluso llegaron a conocer a dos bisnietos, antes de dejar este mundo terrenal a principios del presente siglo, con tan sólo cinco meses de diferencia. 

Y así fue como aquellos destellos dorados del cabello de Élise dio pie a su eterna historia de amor.

10/03/2023

Cargo, 2013

Microrreto: De la escena... ¡al micro!


7 minutos es lo que dura este corto. Suficiente para despertar varias emociones en quien lo ve.
Cargo, del año 2013. Finalista del festival australiano de cortos Tropfest, hay una versión hecha película de 2017, con una duración convencional. Personalmente, considero que el corto es mucho mejor. ¿Para qué alargar algo que ya estaba perfectamente contado en mucho menos tiempo?
Aquí dejo el corto en cuestión, y abajo mi participación para el blog El Tintero de Oro.
Escena final

Herido y abocado a convertirse en uno de los caminantes que marchan sembrando muerte, Andy carga a su hija en su mochila portabebés con un palo del que cuelga una bolsa llena de vísceras sanguinolentas, y con sus manos atadas con su cinto. Es incómodo, pero debe hacerlo.


El momento no tarda en llegar. Andy cae. Está muerto pero vuelve a levantarse. Ya no es Andy. Ahora es un zombi caminando sin rumbo, atraído por las vísceras como el burro que sigue a la zanahoria que pende de una cuerda ante sí. Distraído también por un globo blanco que cogió para su hija, de un cumpleaños que no acabó bien.

Mientras vaga, el disparo de un francotirador acierta en la cabeza de Andy. Ahora sí, yace muerto en el suelo.

Dos hombres y una mujer se acercan y constatan que efectivamente, era un No Muerto. Cuando se disponen a abonar su cuerpo allí mismo, el quejido de un bebé hace que la mujer mire un poco más.

Es una niña, sana y salva. Viva. Su camiseta está levantada y en su estómago puede leerse: "Mi nombre es Rosie". Los tres son conscientes de todo lo que aquel hombre había hecho para proteger a su hija de él mismo.

La mujer se lleva a Rosie en brazos mientras los hombres entierran a su padre bajo una cruz. Honrándolo por el sacrificio y dedicación hacia su hija.

El último gesto de amor de Andy hacia su hija, no ha sido en vano.



08/03/2023

Yo, mujer

Reto: Nuestros derechos.
Día Internacional de la Mujer
de Libros.com


En un país como el nuestro,
Del cual dicen que es del primer mundo,
Por ser mujer, te van a cuestionar.
¿Por qué no quieres tener hijos?
¿Por qué tienes sólo uno?
¿Por qué tres, nueve o catorce?
¿Por qué das el pecho? 
No lo vayas a hacer en público, qué descaro.
¿Por qué le alimentas con biberón?
Vas a dejar a tu bebé con déficit de nutrientes.
¿Por qué has decidido ser ama de casa?
No quieres trabajar.
¿Por qué trabajas tanto fuera de casa?
Estás descuidando tu hogar.
Por qué no te arreglas para salir,
O por qué te maquillas tanto.
Por qué usas tacones, o por qué sólo zapatillas.
¿Por qué vistes así? ¿Qué edad tienes?
¿Tienes pareja? ¿Sí? ¿No?
¿Qué tipo de hombre es?
¿O quizás es otra mujer?
Dile a tu hombre que debe ser así, así y así.
Y tú debes ser así, así y asá.

Los de derechas dicen unas cosas,
Los de izquierdas todo lo contrario.
Eres mujer, eres libre, haz lo que quieras.
Lo que ellos quieran.

En el lado derecho...
Las mujeres siempre han sido así.
Dejemos que todo siga igual.
Todo ha sido perfecto hasta ahora.
Claro, claro, claro,
La típica mujer buena, bonita y callada,
Siempre por detrás de su marido.
Todo lo que no les cuadra, es anarquista.

En el lado izquierdo...
Las mujeres deben derribar al opresor.
Rebelarse contra el patriarcado
Porque todo lo masculino es machista.
Claro, claro, claro,
La nueva mujer empoderada, moderna y súper feminista,
Qué dice a otra mujer lo que tiene qué hacer.
Todo lo que no les gusta, es fascista.

Y tú, mujer.
Que muchas veces no sabes hacia dónde remar,
Te sientes perdida como cuando te preguntaban,
A quién quieres más, ¿a Papá o a mamá?

Mi "Yo, mujer" quiere responder:
A quien me deje ser Yo.
A quien no me ponga trabas por ser mujer,
Pero que tampoco me trate como inútil,
Disfrazándolo de ayuda,
Simplemente por ser eso, mujer.
Eso es un regalo envenenado.

Yo quiero ser yo.
Nada más.
Una mujer.
Yo.

**********

Papenfuss Electrónico N°40
Especial 8 de Marzo, 2023

Hoy, día 8 de marzo, me complace ser una de las autoras elegidas para aparecer en la publicación Valenciana PAPENFUSS con una publicación que ya había compartido en este Blog con anterioridad: Me llaman bruja.
Se puede encontrar en el número 40, especial del 8 de marzo 2023 AQUÍ

06/03/2023

Tarde de sábado en cuatro actos

Foto generada y modificada por FaceApp

ACTO I


—¡Oye! ¿Te vas a quedar toda la tarde del sábado sentada en el sofá engordando aún más ese culo? 

—Déjame por favor. Hoy no tengo ganas de hacer nada. Además, no tengo con quién ir. Estoy sola. 

—¿Y yo qué soy? ¿Un macaco? 

—No. Sólo alguien que no me deja en paz. Parece que lo hagas adrede.

—Venga, tía. Vayamos al centro. Podemos ir de tiendas a hacer el cafre. ¡Mira el tiempo que hace!

—No sé… 

—Con razón nadie quiere ir contigo a ninguna parte, eres un muermo de chica. Por eso tus amigos y familia te han dejado de lado. Venga, venga, venga… Hazlo por nosotras. 

—Vale… Todo sea por no escucharte más. 


ACTO II


—¡Anda, mira! ¿No son Lena y Mire aquellas de allí? 

—Sí… Qué raro, me dijeron que tenían turno de fin de semana en el curro. Que no podían quedar… De hecho, llevan varias semanas esquivándome.

—¿Y tu hermana? ¿También te está evitando? ¿Cuánto hace que no hablas con ella? 

—Desde el mes pasado. Pero no quiero llamarla. Nunca hablamos desde que se fue, a no ser que sea yo quien coja el teléfono. Estoy harta. Estoy jodidamente harta de todo el mundo. 

—¡Llámala, llámala, llámala! Entremos en esta tienda, la llamas mientras miramos maquillaje y así salimos de dudas. 


ACTO III


—... 

—Klara, soy yo. Tu hermana. 

—... 

—¡No seas una falsa preguntándome qué tal estoy! En realidad te intereso una mierda. Si no te llamo yo, jamás haces nada por saber de mí. No te importa cómo estoy. Eres como papá y mamá. Y como todos los demás. 

—... 

—¡No me digas que me calme! ¡Yo grito lo que me da la gana! ¡No le importo a nadie! 

—... 

—No, Klara. Escúchame. No pienso volver a internar me. 

—... 

—De nada te va a servir llorar. ¡Qué te den! 


ACTO IV


—Pobre niña solitaria. Nadie te quiere. ¿Qué vas a hacer ahora? 

—No lo sé. De verdad que no lo sé…

—Pues algo tendrás qué hacer. Todo el mundo te está mirando como si fueras una tarada. Qué vergüenza. Menudo espectáculo has dado al teléfono. 

—Yo no quería… ¡Dios! Me gustaría desaparecer ahora mismo. 

—¡Hazlo! ¿Qué o quién te lo impide? 

—Nada. Nadie. 

—Pues mira que cuchillos más afilados perfectamente colocados hay en aquel lineal de la tienda. 

—¿Qué estás pensando? 

—Un cuchillo de esos en tu cuello, acabaría con todo tu sufrimiento. No tendrías que preocuparte por nada ni nadie. ¿Quieres lograr la paz? ¿Descansar de la vida para siempre? 

—Eso es lo único que quiero ahora mismo. 

—Pues ya sabes, sólo dos cosas: el filo cortante de un cuchillo y tu cuello, y luego, el descanso eterno.