Decálogo 1: Los personajes
- Los crearás tú mismo. Tú y sólo tú debes crear a tus personajes porque nadie puede hacerlo por ti.
- Saldrán de tu cabeza. La propiedad intelectual de tus personajes es tuya y solamente tuya.
- Serán tu responsabilidad. La responsabilidad civil, criminal, mercantil o emocional también es sólo tuya.
- Serán únicos. Procura que sean originales e irrepetibles.
- Tendrán sus límites. Intenta que sean transgresores hasta donde deban, nunca hasta donde puedan.
- Serán creíbles. Procura que sean creíbles dentro de la lógica, y dentro de la fantasía más ilógica.
- No copies. Inspírate en la vida, en tus experiencias, en fantasías o ensoñaciones. Pero no los copies.
- ... A no ser que. Te inspires en otra obra si tu intención es parodiarla o reescribirla contraviniendo el sentido original.
- Tendrás que soportarlo. Si no estás preparado para convivir con tu personaje a lo largo de cien líneas o cien páginas, entonces no es tu personaje. Transfórmalo, metabolízalo, o ambas cosas.
- Y estarás orgulloso. Puedes avergonzarte de las acciones y tal antes de tus personajes, pero nunca de ellos mismos.
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