11/06/2023

Bea Cox y la verdad de César Max

Reto: Vamos a la feria del libro
de Libros.com

Como cada año, La Feria del Libro más importante de la región, abría sus puertas y durante tres días, escritores y lectores se verían las caras.
Había puestos para todos los gustos. Novela, ensayo o poesía. Terror, infantil, novela negra o histórica, ciencia ficción o recetas de cocina entre otros muchos. Todo era fiesta y bullicio con largas colas en las firmas de autógrafos. 
Durante el viernes que aconteció la primera jornada, todo parecía ir según lo previsto, pero cuando llegó el sábado por la mañana, algunos escritores habían desaparecido. Los organizadores no querían dar la voz de alarma todavía, pero lo peor estaba por llegar. 
Los escritores comenzaron a desaparecer uno tras otro. En medio de las firmas de libros, en pleno bullicio de la feria. Simplemente se esfumaban sin dejar rastro, sin nadie saber qué estaba sucediendo ni cómo detenerlo. 
Entonces Bea Cox, la emergente y fulgurante autora de literatura juvenil, decidió adentrarse en el enigma que estaba envolviendo a la feria. Intrépida y amante del misterio, se convirtió en la improvisada detective del evento. 
Bea comenzó a entrevistar a testigos, revisar las grabaciones de seguridad y estudiar minuciosamente los horarios y actividades de cada uno. Pero aparentemente no encontró pistas o patrones claros que pudieran ayudarla. 
Pero Bea notó algo extraño. En las grabaciones, siempre había una figura sombría al fondo de la escena momentos antes de cualquier desaparición. Era una silueta oscura, prácticamente imperceptible entre la multitud, que parecía observar atentamente cada firma de libro. 
Aquella misma tarde, Bea siguió a la sombra por el intrincado de la feria hasta alcanzarla en un rincón apartado de todo el mundo. 
Bajo la capucha de aquella sudadera negra, se encontraba César Max. Un autor frustrado que no acababa de encontrar su hueco en el mundo literario. Se sentía eclipsado y olvidado por todos. 
Movido por esa envidia, había planeado hacer desaparecer a los escritores. Los llevaba a un lugar secreto y los encerraba para quitarse a la competencia de enmedio… Si sólo quedaba él, todo el éxito sería suyo. 
Bea, con sus dotes para la psicología, lo disuadió de seguir con aquel peligrosísimo plan. 
Al saberse la verdad, los escritores fueron liberados y César rindió cuentas por sus actos, y la feria pudo continuar con cierta normalidad, no sin cierto resquemor. 
Beatriz se convirtió en la heroína del evento y recibió el empujón definitivo que su carrera necesitaba. Se ganó el reconocimiento y respeto de la industria editorial. 
César, condenado a prisión, reflexionó y escribió un libro sobre las oscuras motivaciones que le llevaron hasta allí, así como su camino hacia la redención y la comprensión de sus errores.
Su libro fue publicado tras su liberación con ayuda de Bea Cox, siendo un éxito rotundo. 
La obra de César fue aclamada por la crítica y se convirtió en un fenómeno literario, atrayendo la atención de lectores de todo el mundo que encontraron inspiración y reflexión en sus palabras.
César Max se convirtió en un autor reconocido y respetado.

04/06/2023

Operación Micrófono de Cristal

Fotograma de «Festival de la Canción de Eurovisión:
La historia de Fire Saga», de David Dobkin, 2020
CONCURSO DE RELATOS 37 Ed. DESDE RUSIA CON AMOR
de Ian Fleming


Vestida con un elegante traje negro y pisando firmemente con las suelas rojas de sus Louboutin, Jennifer se atusó las ondas de su oscura melena y se mezcló entre los invitados de aquella fiesta. Maureen, la representante de Suecia, estaba rodeada todo el tiempo por sus aduladores, prácticamente todos los allí presentes. Así pues, no le fue difícil a Jennifer, escabullirse y abrir la puerta de un despacho con una ganzúa oculta en un pintalabios.


Seis días más tarde, la final de Eurovisión estaba saliendo según lo previsto. Maureen, en el centro del escenario, estaba lista para su interpretación. Pero tras su actuación, algo quedó patente. No había sido su mejor noche. Había tenido problemas de afinación y se la vio agarrotada bajo los focos, sin expresividad alguna en su rostro. Nadie que no fuera ciego y sordo a la vez, podría no haberse dado cuenta de aquello. 

Tras el paso de todos los demás participantes y el interludio para las votaciones del público, llegó la hora de los resultados. Todos los jurados profesionales excepto dos, la propia Suecia y Finlandia, su rival a batir, le dieron los "12 puntos" a Maureen. Algo no cuadraba. Ni aunque el público se hubiera volcado con el carismático finlandés, podría alcanzar la salvaje diferencia de puntos entre ellos. Ya que el jurado había calificado con mucha indiferencia a Käärpänen.

Las sospechas se afianzaron al descubrirse unas irregulares transacciones de dinero que involucraba a la delegación de Suecia. Los rumores de compra de votos comenzaron a circular, amenazando con desacreditar el prestigio del concurso y su espíritu de competencia justa. 

Entonces la UER, única responsable del certamen, investigó internamente para aclarar los hechos. Fue en medio de este caos que Jennifer salió a escena y todo estalló. 

Tras abrir aquella puerta en la mansión de la fiesta eurovisiva, Jennifer había descubierto una red de contactos corruptos que estaban involucrados en  la compra de votos para asegurar la victoria de Suecia en el concurso. Y quien estaba metido hasta las trancas, era ni más ni menos que el propio supervisor ejecutivo del certamen, Mårten Öhman. 

Finalmente, con todas las pruebas en su poder, Jennifer contactó con los altos mandos de la UER. Entregó las evidencias que había recolectado, confirmando las sospechas y revelando la verdad detrás del escándalo y hablando directamente con el propio Mårten. 

—Usted lo tenía todo muy bien atado, señor Öhman —pronunció Jennifer con sus labios pintados de rojo intenso. —Pero yo lo he descubierto. 

Mårten fue incapaz de  articular palabra alguna antes de que Jennifer prosiguiera con su discurso. 

—Si Maureen ganaba esta edición del concurso. Suecia ganaba aún más prestigio del que ya tiene musicalmente hablando, pero sobretodo, usted ganaba. Y mucho

—¿Cómo se atreve? 

—Tranquilo. Ahora le explico —dijo ella parpadeando con sus largas pestañas y clavando sus pupilas azules en él. —Usted quería que Suecia empatara a siete victorias eurovisivas con Irlanda, destronándola de tal honor. A su vez, Maureen se convertiría en la segunda persona y primera mujer en ganar dos veces la competición. Pues el primero fue Johnny Logan que casualmente dio dos de sus siete victorias a Irlanda en 1980 y 1987 respectivamente. Si no contamos su victoria de 1992 como compositor.

Mårten intentó meter baza, pero Jennifer le cortó de forma tajante. 

—Y usted quería que todo esto pasara, para poder celebrar en Suecia el concurso el año que viene, cuando se conmemoran los 50 años de la victoria de la mítica Waterloo, de ABBA… Pero hasta los propios suecos, se han dado cuenta de su juego sucio y no están por la labor de colaborar en tan vil amaño. 

—Pero… ¡¡¡Y usted quién es!!! 

—Mi nombre es Band. Jenn Band. Agente 008, con licencia para desenmascarar. 


La UER tomó entonces, las medidas necesarias para garantizar el futuro y la transparencia de Eurovisión. 

Suecia, como país anfitrión de la siguiente edición, estaba en una situación complicada. Aunque el fraude había sido descubierto, no se descalifica al país para no poner en entredicho a Eurovisión en su totalidad. Se decidió que Suecia no sería penalizada colectivamente, pero se decidió que el equipo de Maureen, incluida ella misma, no pudiera participar nunca más en el concurso. 

Maureen pidió disculpas públicamente por haber estado involucrada en todo aquello y aceptó el castigo. Aunque su carrera en Eurovisión se acababa ahí, hizo saber al mundo que seguiría trabajando en la música y demostrar su talento honestamente. 

De Mårten Öhman, nunca más se supo. La revelación de haber sido el cabeza pensante de la estafa, acabó con su carrera de forma fulminante. Cayó en el ostracismo y sus oportunidades profesionales se vieron drásticamente reducidas. 

Jennifer, por su parte, se retiró de la atención mediática después de otra misión cumplida. Aunque se siguió hablando de ella durante un tiempo, y muchos eurofans se referían a ella como la "Sombra Reveladora", ella prefirió continuar trabajando en la sombra…


Vestida con un bikini y pareo a juego, Jennifer dio un trago a su Martini y devolvía el saludo al magnate y mafioso, Sandro Santoro. La brisa en Waikiki la ayudaban a pensar en el plan trazado y encontrar el Diamante Hope. Uno de los diamantes más famosos del mundo, valorado en más de 350 millones de dólares, conocido por su intenso color azul. Y Jennifer, no tenía la menor duda de que Santoro tenía toda la pinta de saber dónde estaba...


03/06/2023

Desde la ventana

Imagen de: Alex Russell Flint
VadeReto de Junio 2023


Viernes, 2 de Junio

¡Ay, Diario! ¡Por fin es viernes! 
Estoy molida por tanta carga de trabajo. Me he encontrado con don Carlos que me ha dicho que yo soy la luz del edificio, aunque esté cansada. Que soy la juventud en un bloque en el que todos los demás vecinos pasan de los sesenta y tantos... Me ha sacado una sonrisa. 
¿Dónde estaré dentro de unos años? No podré vivir aquí de alquiler por mucho tiempo, el lugar se cae a pedazos y mis vecinos... Pues llegará un día en el que ya no estén aquí. 
Bueno. No voy a escribir más, porque me pongo triste, y es lo último que quiero un viernes por la noche.

Sábado, 3 de Junio

¡Uf! Me ha llamado Romina para salir y festejar los cumpleaños de Carla y Belén, pero he tenido que decir que no, pues creo que he pillado una gripe de las que a mí me dan. Fiebre alta, escalofríos, y como si me hubiesen dado una paliza desde el interior de mi cuerpo. 
Al rato, me llamó al telefonillo y me asomé a la ventana. No la hice subir porque no quiero pegarle nada. Ya me contarán cómo fue la fiesta, y el finde que viene, pues hacemos algo. Que siempre hay tiempo para la juerga. 
Así que nada: paracetamol y agua, caldito y zumos y a pasar el trámite. Aún tengo todo el domingo para mejorar y encarar la nueva semana.

Domingo, 4 de Junio

Anoche ni la televisión quise ver, Diario. A las nueve ya estaba completamente dormida, y he dormido unas dieciséis horas. Todo está en un extraño silencio. Me he asomado a la ventana y parece que los basureros no han pasado. Los cubos de basura siguen llenos. A lo lejos, he visto algunas columnas de humo. Qué raro... Además de que no puedo contactar con mis amigas. O no cogen el móvil o éste está apagado o fuera de cobertura. 
He intentado ver la televisión pero la antena debe haber muerto. Maldito edificio ruinoso. En cuanto gane lo suficiente, me voy de aquí.

Lunes, 5 de Junio

Ya estoy mucho mejor de mi gripe, ni fiebre, ni vómitos, ni escalofríos, pero no he ido a trabajar aunque ya estaba lista para ir. La empresa nos envió un correo diciendo que teníamos vacaciones toda esta semana, y que ya nos irán diciendo semana a semana, en espera de lo que decida el gobierno, pues se ve que una rapidísima y peligrosa enfermedad se está propagando por todo el mundo, con varios focos provocados por viajeros a distintos lugares pero provinientes del mismo sitio.
Miedo me da, en vista de cómo se hizo con el virus de hace tres años...

Miércoles, 5 de Julio

Un mes desde que escribí en ti, Diario... ¿Por dónde empezar? 
Mi casa, mi refugio. El edificio, mi fortaleza. Mis vecinos, como la diezmada población, muertos en vida. Mi ventana, la única conexión con el mundo. Mi escopeta, una de mis armas de defensa. 
Mis amigas y mi familia, probablemente estén todos muertos. Tengo que defenderme de todo, si bien, los enfermos hambrientos no son un problema para mí, los aún vivos, pueden ser saqueadores, ladrones, violadores y asesinos que, en vista que las fuerzas del orden como tal, ya no existen, pues campan a sus anchas haciendo maldades a los demás.
Desde mi ventana he visto a don Carlos. Sucio, medio descompuesto y arrastrando los pies por en medio de la calle, una furgoneta se paró a su lado y dos chicos, uno con un machete, y otro con un bate de béisbol con clavos, se bajaron de ella. 
Entre risas e insultos giraban alrededor de mi querido vecino que, en vano estiraba sus brazos y giraba de derecha a izquierda y viceversa sin poder alcanzarlos. 
El del bate, le golpeó fuertemente las rodillas, haciéndole caer. El del machete, se lo clavó varias veces en pecho y abdomen hasta que se le vieron los intestinos podridos. Don Carlos seguía gimiendo y estirando los brazos, dando dentelladas al aire. Sin pensarlo, le disparé en la cabeza con la escopeta que me regaló papá, para que terminara todo... Luego les pegué sendos tiros certeros a aquellos desalmados.  
Ahora, tengo la posibilidad de dejar de mirar por esta ventana, porque hay una furgoneta con las llaves puestas debajo de mi casa. Necesito buscar comida. La que tenía en casa se terminó, la de mis cinco vecinos, también. Estos pensionistas, eran de los que iban a comprar el producto fresco del día, y así no hay quien sobreviva a un apocalipsis... 
Por cierto, Diario. No sé qué clase de gripe tuve yo hace justo un mes, pero a mí los zombis no me atacan aunque yo siga viva y más lozana que antes, y siempre puedo vivir de la caza gracias a mi padre, por enseñarme todo lo que sé sobre supervivencia.