Al entrar en aquella tiendecita abarrotada de toda clase de enseres, tenía en mente comprar unas cosas para escribir mis relatos. Soy alguien a quien le gusta el gesto de coger el bolígrafo y escribir, hacer fluir la tinta, formar letras, sílabas, frases, historias... De pronto lo vi, un cuaderno de páginas completamente blancas, sin rayas ni cuadrículas, de tapas también blancas, en donde una frase en azul decía lo siguiente: Escribe tus sueños. También compré un par de pegamentos en barra, gomas de borrar y una regla. Todo lo metió la amable tendera en una preciosa bolsa rosa con letras negras donde ponía el nombre de la tienda, Papelería Corazón.
Al llegar a casa, dejé las cosas encima de mi escritorio, me duché, cené y vi un poco la televisión hasta que me caía de sueño en el sofá, así que me fui a la cama. Había sido un largo y agotador día.
Durante la noche, soñé con una isla, gente y zombis. Todo comenzaba cuando un hombre era picado por una extraña medusa, haciendo que el caos se apoderase en poco tiempo de la playa, extendiéndose al resto de la isla. No sé por qué, lo más llamativo del sueño fue ver muchos pareos salir volando con el viento porque sus dueños los perdían en los ataques.
Por la mañana, me desperté como nueva y fui a coger el cuaderno blanco para meterlo en mi bolso, por si se me ocurría algo que escribir, poder hacerlo en él.
Me quedé pasmada. La libreta estaba abierta por la primera página y había algo escrito...
«Era un caluroso día de playa, tranquilo hasta que un hombre fue atacado por una extraña medusa...».
Es una buena manera de descubrir que no vive sola. Será verdad que conviven con nosotros fuerzas desconocidas que viven en cosas tan mundanas como un cuardeno.
ResponderEliminarA eso es lo que se le llama ser un Escritor Fantasma 😅
EliminarUna libreta captora de sueños???
ResponderEliminarExacto, Afred. Es un relato para un reto de esceitura en el que hay que contar una historia sobre una historia que se escribe sola.
EliminarEspero que te haya gustado.