Primavera
¿Y tú quién eres? te estarás preguntando. Yo soy la prima Vera.
Fuera bromas, soy Primavera, la primera.
La que está entre el serio Invierno y el alocado Verano, sin contar al melancólico señor Otoño.
Soy la única fémina de las estaciones del año, tan bonita, tan inquieta, tan caprichosa.
Cuando yo estoy, empieza a subir la temperatura, aunque también pueden caer unos buenos chaparrones y aguaceros.
A veces aún hace frío. Invierno puede llegar a ser un incordio que se resiste a marchar y Verano ¿qué decir de Verano? Es un ansioso que cada vez quiere llegar antes, dejándome menos espacio.
Algunos me tendréis marcada con una cruz porque traigo conmigo a vuestras alergias. Creedme, no es culpa mía.
Yo soy el despertar de la sangre, el desprenderse de algunas capas de ropa tras el letargo del frío. La que devuelve la luz a los días y aparta a la oscuridad. La que trae las ganas de salir fuera de casa, las de disfrutar de un sol que aún no quema. Del "sol bueno" como dicen los que en verano se achicharran, y huyen raudos hacia los toldos.
Cuando yo llego, ya no queda tanto para terminar el colegio. Lo más duro ya ha pasado. Venga, un último empujón y ya lo tenéis, que pronto llegará don Verano Sofocante y tendréis que tirar de aire acondicionado, cuando conmigo casi ni hace falta la calefacción.
Yo soy Primavera, la primera. La que siempre te espera, la risueña, la altanera.
—de la Flor, ¿dónde estás? —dijo el profesor a una joven Noelia.
Aquella niña de doce años no contestó, y sintió como la vergüenza encendía sus mejillas.
Y continuó el maestro:
—Como ya es primavera... ¿Eh, de la Flor? Sus compañeros rieron y ella no supo dónde meterse.
¡Ay, primavera!
Invierno
¡Hola!
Creo que no sabes quién soy.
¿Eres de los que me quieren?
¿O eres de quienes me odian?
Sé que cada vez, nuestra linda Primavera y el señor Otoño tienen menos protagonismo y que, la "lucha" está entre don Verano y yo.
Don Invierno, ese soy.
La gente se empeña en que esto sea un Barça vs Madrid. ¿Y tú con quién vas? ¿Con invierno o con verano? Y digo yo... ¿para qué elegir? pues todos tenemos nuestras cosillas.
El verano es más jolgorio y diversión a lo grande, con sus interminables días de sol, luz y calor. De mojitos y sangrías, de paella en el chiringuito, de montaña, de playa, de guiris.
Yo soy más de casa, de recogimiento, de Navidad, de lotería, de magia, de juguetes y sueños. Reconozco que traigo esa sensación de melancolía por la gente que ya no está con nosotros sentada en la mesa.
Conmigo acaba un año y comienza otro. hay nieve, o quizás no. Puede haber lluvia, niebla, hielo, escarcha...
Sentarse frente a una chimenea o acurrucarse frente al televisor en una hogareña tarde de palomitas, película, sofá y manta.
En verano, si no eres de los que soportas el calor, lo tienes crudo. O estás con el aire acondicionado todo el tiempo,o en remojo como las habichuelas. Y no es plan de ir desnudo, por no decir de lo pegajoso que es en los lugares con mucha humedad.
Sin embargo, en invierno, puedes ponerte capas y capas de abrigo hasta que le encuentres el punto. Y admítelo, duermes mejor conmigo bajo ese mullidito edredón.
Tengo fama de serio, pero te digo que no lo soy. Intenta disfrutar me así como a las otras tres estaciones. La vida es muy corta, aprovéchala y que tengas un buen Yo. O sea, invierno.
Yo soy más de verano, pero la primavera está bien. Lo destestable es el puto invierno.
ResponderEliminarOdio el calor. Puto verano...
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