—Buenas tardes señor Frías.
—Estoy desesperado —dijo desde su mentro noventa sin perder su porte aunque se le veía físicamente más desmejorado a sus sesenta años.
—Me hago cargo —logré decir.
—Como ya sabrá, mi hija Carlota ha desaparecido, y aunque la policía está trabajando en ello, quiero que investigue a Mía Betancourt. Sospecho de ella, y aunque parezca ser una mosquita muerta, sé que no lo es. La contraté hace un año para que ayudara a mi hija, nunca la tragó, y no sé por qué. Hay algo malicioso en sus ojos, y no creo que sea su miopía.
—De acuerdo. Necesito saber algunas cosas sobre ella...
Aquel fin de semana lo pasé apostado frente a la casa de Mía, y estuve a base de ensaladas y bocadillos ya preparados, agua y café. Los gemelos estaban con su padre, por la custodia compartida, así que ella debía estar sola en la casa.
Mía tuvo al parecer un fin de semana de lo más tranquilo, el sábado y el domingo fueron idénticos. Sacaba a su dálmata a las mismas horas, a las nueve de la mañana, a las tres de la tarde y a las nueve de la noche. Destacaban en ella sus ojos azul intenso y su melena pelirroja, larga y rizada. Muy guapa, pero parecía algo demacrada. Cuando yo ya creía dar el fin de semana por perdido, a eso de la una de la madrugada del lunes, la mujer salió de casa y subió a su coche. La seguí a una distancia prudencial con las luces apagadas. No fue muy lejos. Aparcó en frente de la farmacia de sus padres, en el barrio contiguo. Le abrieron la puerta aunque no estaba de guardia. Salí del coche y me acerqué. Sentía que debía entrar allí y averiguar qué pasaba. Me la jugué abriendo la puerta con una ganzúa, supongo que no conectaron la alarma confiados por el silencio de la noche. Una vez dentro, escuché voces en la rebotica.
—Mía cariño, hemos tenido que subirte la dosis. No puedes seguir así —dijo la madre preocupada —¿Sabes el poder que tiene esa familia?
—Fue su culpa, nos envenenó. A los niños también, —contestó Mía con rabia —claro, como ella era estéril, me tenía envidia. Por cierto ¿os habéis podido deshacer de sus restos?
—Hija, —dijo el padre —no es tan fácil. ¿Por qué la mordiste? ¿Querías comértela?
—Es muy duro, ya no solo por mí, sino por los niños. Yo me inyecto el suero que me dais, todos creen que es insulina y que soy diabética pero a veces, siento ese ansia que me consume por dentro. Cada vez me cuesta más hacer las cosas normales que hace todo el mundo. Son cuarenta y dos años sufriendo ya. Vosotros no tenéis mi enfermedad pero me la habéis transmitido.
—Pero hija, una cosa es que engañemos a vagabundos a los que nadie echa de menos, para darte un plus de vitalidad y que no te conviertas en un zombi sin pensamiento, y otra muy distinta es que te cargues a la hija de tu jefe. No controlas tus instintos. Y no, las magdalenas no estaban envenenadas, tan solo era que Carlota se había pasado con el azúcar, y no le sienta bien a tu cuerpo —contestó su madre.
—Y los niños están bien. Su padre no tiene el gen zombi que tienes tú y además es vegano, así que, si se quedan con él, su instinto quedará prácticamente anulado —volvió a decir el padre de Mía.
Yo lo había grabado todo, con pruebas suficientes para ser detenidos. Ahora, todas las desapariciones de gente sin hogar tenían sentido. Lo que averigüé me ha dejado muy tocado y por eso decidí tomarme un año sabático y recorrer el mundo. Don Leandro Frías, hundido pero sereno, me ha pagado muy bien por el trabajo.
Este cruce entre canibalismo y zombis me gustó. Tiene ese poso macabro en mitad de la normalidad de una ciudad, y puede el lector imaginar el resto. Es una visión muy particular sobre el asunto gore de quienes zampan cerebros. La detective debe ser fuerte y robusta mentalmente sobre todo, no me extraña que quedara francamente "tocada"¡Desde luego "mi apetito" lector ha resultado satisfecho, je,je,je!💀
ResponderEliminarMuchas gracias!!
EliminarNunca pensé escribir una de detectives, y por casualidad me salió una trilogía.
P.D.: Mi detective es un hombre, Jacobo Serna 😅
Enhorabuena es un relato magnifico sin duda tiene de todo hasta realismo mágico a su manera. Te deseo suerte un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias!!! Me haces muy feliz con tu comentario.
EliminarHola Flor, me gustó tu relato, me parece muy original y muy bien tratado el tema, me llama la atención que todo empieza muy normal, y acaba siendo un tema complejo donde zombis y prácticas caníbales se conjuntan. Enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Un honor viniendo de ti, ya que creo que tu manera de contar las cosas es única.
EliminarHola!!! Me gustan los relatos de zombi, leerlos y escribirlos, y el tuyo me ha parecido de lo más interesante. Nuestro detective ha resuelto el caso y de paso la desaparición de indigentes.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en el concurso. Un saludo.
Muchas gracias Bruno!!!
EliminarBienvenido puedes seguirleyendo que tengo más en este blog de temática zombi.
Lo que parecía en un principio un relato detectivesco al uso, se convierte en un auténtico relato de zombis. Felicidades a tu detective. Saludos!
ResponderEliminarSiii!!! Nunca pensé en escribir sobre detectives y como mezclarlo con la historia.
EliminarMuchas gracias poe tu comentario!!!
Y los papis colaborando...! Muy bueno, muy bueno. Empezamos como el detective sin tener en claro de qué va la cosa, y nos asombramos con él de lo realmente inesperado:zombis y canibalismo. Fuera de serie. Un saludo
ResponderEliminarMuchas geacias!!
EliminarSí. Pero la enfermedad es genética y se sienten culpables... ¿Quién no haría cualquier cosa por su hij@?
T el detective se encontró con un caso paranormal, a estilo de la serie Santa Clarita diet.
ResponderEliminarBien planteado.
Muchas gracias!!! Me encantó esa serie, lástima que no la continuaran, necesitaba una temporada más.
EliminarHola Delaflor. Creo que es la primera vez que te leo. ¡Vaya con la familia de genes malditos! Unos padres superprotectores, cómplices en cierta medida de los crímenes de su hija enferma.
ResponderEliminarEl detective tuvo mucha suerte de poder grabar todo lo que aconteció, mejor confesión imposible.
Bienvenida a Tintero, compañera.
Sí. Muchas gracias por tu comentario Tara. Soy bastante nueva en esto de escribir y los concursos de relatos. Siempre aprendiendo. Espero que nos leamos mucho y bien.
EliminarHola, Delaflor. También a mí me ha parecido muy original tu relato y muy sorprendente la trama. ¡Menudo secreto esconde esta familia! Bienvenida y mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias Marta. La verdad es que todos los relatos son muy buenos, y votar va a ser harto difícil.
EliminarGracias, delaFlor, por participar con este relato en el homenaje a Dashiell Hammett y su novela El Halcón Maltés. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias a ti David por tener una página tran trabajada y haber podido descubir tu Tintero de Oro. Me encanta como lo has concebido todo.
EliminarCon este caso es normal que el detective se tome unas largas vacaciones.
ResponderEliminarEntre zombis y canibalismo la cosa asusta al mas pintado.
Un abrazo.
Puri
Gracias Puri!!! Es que es muy fuerte.
EliminarHola Delaflor , un relato algo distinto a lo normal
ResponderEliminarme a gustado mucho , ya que la hija de la farmacéutica
como tú bien dices zombis o vampiros la cosa va por ahí , esperemos que no salgamos alguno de los que te comentamos mordidos , jajajajajajaj
Te deseo mucha suerte en el relato del tintero de oro , saludos de Otra Flor , jajajajajaj que cosas tiene vida verdad.
Gracias Flor!! A veces es muy difícil encontrar la inspiración y de repente pum! te viene y ya está.
Eliminar"de la Flor" es mi apellido 😊
Hola, Delaflor, me parece una propuesta muy potente y original, je, je. Jugar al despiste para el final dar el zapatazo con la realidad del asunto. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte
Muchas gracias Pepe!!! Me alegro que te guste.
EliminarAsi es los detectives siempre encuentran asuntos muy raros, los casos mas dificiles son estos, los que tienen algo de sobrenatural y de horror.
ResponderEliminarGracias!! Efectivamente, si las paredes hablaran...
EliminarTremendo caso, de horror y angustiante también, imagino que al detective no le quedaron muchas ganas de seguir con su carrera, saludos y mucha suerte. PATRICIA F.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar Patricia desde Argentina. La verdad es que sí, eso deja tocado a cualquiera.
EliminarAl final el instinto domina, jejeje. Una propuesta muy original y una buena historia que se lee muy bien y que deja un buen sabor de boca , gracias al final. Mucha suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarGracias y Suerte a ti también 😊
EliminarEsto es lo bueno, que cada uno tenemos nuestea forma de escribir.
Muy bueno, mantien el misterio hasta el final casi. Y es aterrador.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Aldaba!!!
EliminarUn relato muy espeluznante y terrorífico. Saludos cordiales desde Venezuela. Raquel Peña.
ResponderEliminarMuchas gracias Raquel!!!
EliminarHola, DelaFlor. No me extraña que se coja un año sabático, yo abandonaría la profesión de detective si me encontrara un caso similar. Me ha gustado esa mezcla de géneros para un relato que ha resultado intrigante. Te felicito. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Isan!!!
EliminarHola Flor. Una historia de zombis original, un gen que se transmite por herencia cuyos sintomas se curan mediante un suero que cuesta la vida de otros seres humanos. el detective estuvo acertado, no me extraña que quedase afectado. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu aportación!!! No pensé en cómo producían ese suero, pero lo que me comentas es muy interesante.
EliminarTu relato me recordó a 'Soy leyenda' de Richard Mathieson. Cuyo protagonista también buscaba una cura para los zombis que le acechaban aunque jamás la consiguió. Tu relato podría ser casi una continuación de esta interesante distopía. Me ha parecido muy original tu enfoque detectivesco en medio de una trama de zombis.
ResponderEliminar¡Mucha suerte en el concurso!
Un saludo.
Gracias por tu comentario!!!
EliminarDigamos que podría continuar la historia.
Qué pasó con Mía? Está en la cárcel sin los "cuidados" de sus padres? La cosa puede desmadrarse un poco.
Hola, Flor, me gustó mucho tu relato, toca una temática poco común en el policial, donde zombis y prácticas caníbales se mezclan.
ResponderEliminarPodría decirse, también que el detective mató dos pájaros de un tiro al resolver además el caso de los indigentes.
Suerte en el concurso.
Saludos.
Gracias!!! Lo peligroso de esta zombi, es que no lo es al 100% y razona, y piensa, pero el instinto es el instinto. Veremos...
EliminarHola, delaFlor. Una historia detectivesca con un giro final totalmente inesperado. Entre su insaciable enfermedad y los trastornos mentales como para dejarle a Mía sin su ración de carne fresca un solo día. Buen aporte, saludos y suerte.
ResponderEliminarLa verdad es que sí. Menudo peligro. Muchas gracias JM.
EliminarHola, delaFlor. Una trama muy interesante, que bien podría seguir extendiéndose. Me gusta tu estilo.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Mirna.
EliminarLa verdad es que ya tengo la idea oara la continuación. Por supuesto que Mía irá a la cárcel, con lo que ello conllevará.