08/04/2022

Entre los melocotoneros

Reto: La primavera que no llega
de Libros.com
 

Claudia y yo nos despertamos de una siesta después de comer. No eran ni las tres de la tarde, se oían a niños reír y correr yendo de vuelta al colegio.

—Relájate Chloe, solo son niños —dijo Claudia acariciándome con cariño. —Podemos ir  a dar un paseo por los campos ¿sí?

Al escuchar aquello me puse muy contenta. Esperé en la puerta a que ella estuviese lista, y allá que nos fuimos a disfrutar de la primavera. 

Nuestro pueblo, Alcarrás, estaba en boca de todo el mundo. Una película iba triunfando allí por donde pasaba, había ganado el Oso de Oro en La Berlinale. El caso es que, Claudia y yo íbamos por los melocotoneros en flor, un espectáculo tan bello como breve. Ella iba sacando fotos a diestro y siniestro a los árboles, decía que para participar en un reto de fotografía. Yo iba a paso ligero reconociendo el terreno, curiosa y feliz de no dar solo la acostumbrada vuelta a la manzana alrededor de casa. Pero de pronto, un olor inundó mis fosas nasales y me vi obligada a seguir el rastro y salí corriendo. 

—¡Chloe! ¡Chloeeeeeee! ¿Dónde vas? ¡Vuelve aquí!

Pero no hice caso, y a unos cien metros, la encontré. El olor a hierro de la sangre, era lo que me había llevado hasta allí. Claudia, al ver lo que había descubierto, se puso a temblar. Yo ladraba y empujaba con mi morro a aquella chica. Respiraba. Mi dueña, reaccionó y llamó a emergencias. Luego, pasaron muchas cosas. La adolescente está en el hospital y fuera de peligro. Alguien la había golpeado en la cabeza con una piedra y la abandonó, dándola por muerta.

Todo el mundo dice que soy una perrita buena, que si yo no la hubiera encontrado, ella podría haber muerto.

2 comentarios:

  1. Que buena perrita, salvó a esa chica, al encontrarla.
    Bien contado.

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    1. Sí. Me gusta que a veces las historias terminen bien. Y me inspiré en mi perrita.

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