11/09/2025

Los pasos han vuelto

 

En la entrada de hoy va mi indignación con la parte mala del mundo. Hace un tiempo publiqué este poema que podéis encontrar EN ESTE LUGAR DEL BLOG. Un poema cuyos mimbres me venían persiguiendo desde mi adolescencia.
No le quito ni una coma y condeno aquel genocidio como condeno todos los demás, y más cuando hay niños de por medio.
Esto no va de partidos políticos ni de colores. Esto va del hartazgo del que muchos de nosotros nos estamos llenando y nos rebosa. Yo lo dejo escapar a través de mis palabras.

La imagen que acompaña este post es la del Movimiento Raeliano. No tiene nada que ver sobre la Esvástica o la Estrella de David por separado. Simplemente era la imagen que yo tenía en mente sobre la chocante actualidad que nos está tocando vivir.

Imagen del Movimiento Raeliano

Desvarío: Guerras

Los pasos que vienen,
Los pasos que van
Ochenta años después
Han cambiado de piés.
Yo fui aquella niña
Del poema anterior
Que escuchaba los pasos
Sobreviviendo al invierno,
A las bombas y al hambre,
Llena de terror.
Todos estos años
Nunca quise olvidar
Que jamás ningún niño
Debía sufrir ni sangrar.
Pero esto nunca terminó
Y todo sigue pasando
Como una rueda atroz.
Niños bajo ruinas
Mueren y sobreviven
Con la mirada perdida.


Los pasos que vienen,
Los pasos que van
Ochenta años después
Han cambiado de piés.
Me llegan noticias
Llenas de excusas
Que ya escuché de niña:
“Es por seguridad
Y no importa su edad
Pues son nuestra amenaza”.
Todo eso me duele
Y mi alma se quiebra,
Me desgarran los ojos
Y se me inundan de lágrimas
Ver en que nos convertimos
Quienes fuimos perseguidos.
Algunos no tienen corazón
Solo una dura piedra,
Pero yo no sobreviví a aquello
Para quedarme callada.


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Noelia. Da igual la suela de la bota que intimida con sus pasos. No se trata de colores, de idiomas o de creencias, Nadie tiene el derecho a Matar sin distinguir inocencia, edad o vulnerabilidad. La Historia se repite y se intercambian los papeles, pero siguen los genocidios mantenidos por intereses y excusados por los de siempre.
    Ojalá un mundo sin sangre, sin violencia y que permita una infancia sin miedo. Gracias por el poema. Precioso, aunque muy duro.
    Abrazo Grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias José Antonio. Es que basta ya. Que esto no se trata de Kill Bill. Personalmente me duelen TODOS los niños de las guerras. Los adultos también pero es distinto. Como sociedad, los adultos deberíamos cuidar de nuestros cachorros, sean biológicos o no.

      Eliminar