Un sol rojo caía como fuego sobre el horizonte. En la proa del Reina Indomable, la bucanera Mel Morgan se mantenía erguida mientras el viento enredaba sus salvajes rizos cobrizos. Sus ojos, oscuros como el café más amargo, oteaban el mar con la ferocidad de quien había sobrevivido a demasiadas tormentas. Su corsé de cuero marrón, adornado con hebillas de bronce, sus botas hasta la rodilla y su porte, le daban el aspecto de una capitana que exigía respeto. Llevaba buscando desde siempre lo que su padre no pudo encontrar: el Trono de las Mareas. Se juró encontrarlo con ayuda de su singular tripulación:
Lucho Mano Rápida, esgrimista y duelista mortal. Criado en las costas de Cádiz, su simpatía y destreza eran ya una leyenda.
Quino el Silente, el cartógrafo siempre callado. Algunos decían que el diablo le había robado el habla. Nadie le había escuchado hablar, pero sus mapas eran los más precisos.
Tico, un loro que maldecía en siete idiomas. Se rumoreaba que había pertenecido a un arruinado y mujeriego noble francés.
Finn el Rojo, artillero del barco, de rubia barba trenzada y un parche que cambiaba de ojo según el día. Según él uno de sus ojos veía el futuro y el otro el pasado.
Akiko la Hafu, una curandera mitad japonesa, mitad española versada en todo tipo de venenos y pócimas. Su calma era tan afilada como el puñal que llevaba oculto en la manga.
Marco el Pálido, el timonel experto en leer las estrellas. Su albinismo le daba un aire sobrenatural, y sus ojos reflejaban la melancolía de quien había amado y perdido demasiado en la vida.
Las siete almas se habían embarcado para encontrar el Trono de las Mareas, un artefacto capaz de controlar los océanos. Según la leyenda, el Trono se encontraba en la Isla Negra, un lugar rodeado perpetuamente de niebla y bajo el manto de antiguas maldiciones.
Cuando llegaron, tras pasar mil aventuras y contratiempos, la isla les recibió llena de niebla y rocas negras como obsidiana. No les fue difícil encontrar el Trono, pero tras ellos también había llegado el Capitán Dorian Crow, el traidor y antiguo mentor de Mel, deseoso por poseer el tesoro.
La caverna del Trono de las Mareas, era una catedral de piedra viva recubierta de musgo fosforescente donde las olas chocaban con ritmo irregular y agitado.
El Reina Indomable estaba anclado a lo lejos, apenas visible entre la niebla. La batalla empezó en la caverna con el choque de las espadas de Mel y Dorian, los gritos de la tripulación y una estruendosa tormenta en el exterior. Dorian, con su chaqueta deshilachada y el cabello negro pegado a la frente por el sudor, irradiaba una furia casi animal. Sus ojos grises y desesperados ardían con rabia. Mel tenía una herida en su mejilla que le ardía, pero no se inmutó, manteniendo su espada curva con la precisión de una maestra.
—¿Tanto quieres un trono que jamás podrás sostener? —espetó Dorian con su voz ronca y cansada, escupiendo sangre al suelo.
—No soy yo quien está arrodillado ante su propio fracaso, —respondió Mel con una voz tan cortante como el filo de su espada. Se lanzó hacia él con sus botas resonando en la piedra húmeda.
El choque de sus hojas fue un estallido metálico que reverberó por todo el lugar. Dorian contraatacó con una serie de rápidas estocadas con técnica impecable, pero Mel esquivaba con la gracia de una ola sobre la superficie del mar. Sus movimientos eran como un baile letal.
—Tú eras mi mejor aprendiz, —bramó Dorian mientras su espada rozaba y hería el hombro de Mel.
Ella retrocedió para limpiarse la sangre con el dorso de la mano.
—Y tú eras alguien a quien alguna vez respeté, —dijo, girando sobre sí misma y lanzando un tajo que Dorian apenas pudo bloquear—. Pero el respeto se pierde más rápido que la lealtad en el mar.
Dorian embistió cegado de ira y la derribó al suelo. Su espada descendió en un arco mortal, pero Mel rodó hacia un lado y la hoja chocó contra el suelo. Ella se incorporó de un salto con su respiración agitada y sus ojos oscuros brillaban con determinación. Con un grito desafiante, la pirata se abalanzó contra él. Sus espadas chocaron de nuevo en un crescendo implacable. Dorian flaqueaba y sus golpes eran cada vez más desesperados. Mel, en cambio, parecía más fuerte con cada paso hasta que, en un giro rápido, desvió la espada de Dorian y le clavó la suya justo debajo de las costillas, atravesando su corazón. El hombre soltó su arma y cayó de rodillas, boqueando como un pez varado en la orilla.
—No entendías que yo nunca quise ser como tú, —susurró Mel, inclinándose para sostener su mirada hasta el último aliento.
Al principio, Mel Morgan se quedó quieta con el eco de la lucha muriendo en la distancia. Se giró hacia el Trono de las Mareas, tallado en coral rojo y nácar, irradiando un poder crudo y antiguo. Caminó hacia él, haciendo resonar sus pasos. Se sentó despacio, y las aguas alrededor de la isla se arremolinaron. El mar la reconocía y aceptaba, pero ella no sonrió y se levantó. No se sentía cómoda.
Giró sobre sus talones y se marchó junto a su tripulación. Mel Morgan no necesitaba un trono para ser una reina. El mar ya era suyo.
897 palabras
Hola Noelia, muy buen relato, con un ritmazo que nos tiene pendiente de los movimientos de Mel. Muy bien descrita la batalla, y ese final fue de lo mejor. Un relato muy entretenido. Mención especial los personajes que acompañan a la pirata y que tienen habilidades muy interesantes. Mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana por tus bonitas palabras 🍀
EliminarEstupendo, Noelia. Una batalla trepidante y un gran final. Me ha gustado también mucho el tono clásico de la historia y la ambientación tan propia del género. Muy buen relato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta 🌼
EliminarÉpico final del relato! De cine! Me ha encantado la descripción de cada personaje de su tripulación! Me los he imaginado a la perfección! Y ese duelo entre "maestro" y "aprendiz" muy clásico pero con un final estupendo! Un abrazote y mucha suerte en el concurso Noelia!
ResponderEliminarMuchas gracias, Marifelita ☺️
Eliminar¡Hola! Muchas gracias por participar en el Concurso de Relatos 45 ed. en El Tintero de Oro. ¡Suerte!
ResponderEliminarMuchas gracias a vosotros, M.A. 🌼
EliminarUna batalla de vida o muerte, contra un tutor/mentor al cual se aborrece.
ResponderEliminarMel es libre, vencedora.
un relato en toda regla de piratas, abrazos y suerte en el tintero
Muchas gracias, Jose ⚓
EliminarLa reina indomable nos mantiene en vilo todo el relato. Tanto el desarrollo como los personajes me encantaron. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria 💃
EliminarHola Noelia
ResponderEliminarUna aventura en toda regla en la que conocemos la furia y valentía de Mel. Me encanta su culminación en el último párrafo. Un abrazo.
Muchas gracias, Marlen 🍀
EliminarBien por esta historia de piratas. Toda una reina del mar. Suerte con el concurso. Besos. Santidepaul
ResponderEliminarMuchas gracias, Santiago 🧭
EliminarIncreíble ritmo de espadas. Casi una danza, o sin el casi. Y muy buen final. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarMichas gracias, Juana 💃
EliminarHiciste que me pusiera de parte de la reina, que siguiera con interés la aventura del Reina Indomable.
ResponderEliminarY deseé que Mel aplastara, venciera al traidor Dorian.
No necesita el trono porque ya es la reina, buen final.
Hasta me gustarían más historias de Mel Morgan.
Besos.
Muchas gracias, Demiurgo. Me gusta que lo hayas disfrutado ⚓🌼
EliminarEs muy llamativa, excelente, la descripción que haces de los personajes:
ResponderEliminarLucho Mano Rápida, Quino el Silente, el cartógrafo casi mudo, el loro que maldecía en siete idiomas, Finn el Rojo, “artillero del barco, de rubia barba trenzada y un parche que cambiaba de ojo según el día”. Es genial la aclaración: “Según él uno de sus ojos veía el futuro y el otro el pasado”.
Akiko la Hafu, Marco el pálido, a quien “ Su albinismo le daba un aire sobrenatural”.
Que fueran en busca de «el Trono de las Mareas», “un artefacto capaz de controlar los océanos”, es un remate perfecto para atraer la atención del lector. Por mi parte me encantaría que continuaras esta historia, seguro que da para mucho.
Un abrazo.
P.d.: cuando quieras te pasas por mi blog y comentas lo que desees.
¡Gracias de antemano!
Muchísimas gracias, Marcos.
EliminarEn cuanto pueda me paso a leerte ⚓
Magnífico relato, Noelia.
ResponderEliminarMe ha encantado. Tu protagonista es extraordinaria. Han habido muchas frases que me han fascinado, entre las que destacaría:
"uno de sus ojos veía el futuro y el otro el pasado".
Felicidades por tan buena historia. Mucha suerte en el concurso.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Estrella 🌼
Eliminar¡Una tripulación colorista y una polifacética capitana : Apto el conjunto para Los Siete Mares!🗺️
ResponderEliminarGracias, Juan ⚓⚔
EliminarHola Noelia. Toda una aventura en busca de ese místico trono de las mareas, en el que tan curiosa y aterradora tripulación se embarca. Incluso nos traes una pelea de espadachines con intriga incluida. Habría que ver si en caso de que Dorian resultase ganador, hubiera renunciado al trono igual que hizo Mel, que se dio cuenta que no era más que un accesorio superfluo que nada podía aportarle excepto orgullo y vanagloria. Podrías continuar las aventuras de la corsaria Mel Morgan. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Jorge. La verdad es que el Dorian, con el alma tan negra que tiene, se habría quedado con su trasero bien anclado en el trono.
EliminarTiene muy buenos puntos en la descripción, como lo del parche, y también el tesoro, que en este caso es un artilugio que vontrola los océanos. Amas el combate es épico, y aguanta muy bien la descripción que es detallada y visual.
ResponderEliminarAbrazooo y suerte
Muchas gracias, Gabiliante.
EliminarTu relato es toda una prosa épica presentas una narrativa vibrante y dinámica, centrada en Mel Morgan, una bucanera fuerte y decidida, el uso de descripciones detalladas, como "sus ojos, oscuros como el café más amargo", crea imágenes vívidas que reflejan su ferocidad y determinación, en la que Mel no necesita un trono para reinar, ya que el mar le pertenece.
ResponderEliminarMuchas gracias, Raquel por tus bellas palabras.
EliminarBuen relato y muy entretenido. Los personajes muy peculiares y ella, la reina, ocupa el centro de la historia y mantiene la atención del lector. Te deseo mucha suerte. Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias, Lady_p
EliminarHola, Noelia. Muy buen relato de piratas, con un ritmo endiablado que te hace leer sin apenas respirar. Solo voy a poner una ¿pega? La descripción de la tripulación me sobra para un relato tan corto. No tienen papel en la lucha por el trono así que los veo prescindibles. Pero como lo tienes tan bien perfilados te animo a continuar la saga de esta pirata increíble. Espero que mis palabras no te molesten pues el relato es muy bueno y seguro que alcanza una buena posición.
ResponderEliminarFelicidades.
No molestan para nada tus palabras, Bruno. Gracias por tu sinceridad. También llegué a pensar que quizás no eran necesarios, pero quería que el lector se imaginara a Mel en el barco y rodeada por su tripulación antes de llegar a la isla.
EliminarHola, Noelia, qué relato más completo, comenzando por la puesta en escena, la descripción de los personajes es fantástica, y nos pone sobre el tapete una aventura digna de la piratería mística, aquí no hay saqueos, no hay sicarios, no hay rastrerismo, sino hay una lucha de poder con la magia del mar de fondo mientras añades una tridimensionalidad genial a los dos combatientes. Lo he disfrutado mucho, compañera.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y suerte
Muchísimas gracias, Pepe 🕯⚓
Eliminar¡ Muy bueno! Los siete personajes son fenomenales; cada uno es interesante por sí mismo y te animo, como apunta Bruno, a que les regales una historia a cada uno, lo harías de maravilla. Aquí, lógicamente por la brevedad necesaria, te has centrado en la reina, que dicho sea de paso, es irrefutablemente La Reina, y así de contundentemente lo has demostrado con este buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Maite. Lo tendré en cuenta ☺️
EliminarHola, Noelia. Un relato con buen ritmo, un elenco interesante y bien descrito, y una trama que trasciende a lo habitual del género, derivando por derroteros místicos sin por ello perder intensidad, con ese duelo y el final abierto que sugiere que la historia continua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Isra!!
EliminarHola Noelia un relato que va creciendo hasta llegar a un final con peso. Me ha gustado mucho, los detalles los personajes y el ambiente. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ainhoa.
EliminarHola, Noelia. Un relato de aventuras genial, con un final precioso y poético. Y menuda tripulación la de ese barco, dan ganas de enrolarse o, como poco, de saber más de sus aventuras. Enhorabuena. Un abrazo y mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Enrique, e igualmente.
EliminarHola, Noelia, vaya relatazo, con una fuerza impresionante, igual que la de su protagonista. La historia te da para más, una novela quizá, los ricos personajes y Mel dan mucho juego.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Muchísimas gracias, Merche por tus palabras.
EliminarMuy bueno Noelia, un relato muy bien ambientado y con unos protagonistas muy piratas . Me gusta ese loro que maldice en siete idiomas, que bueno jejeje
ResponderEliminarLa descripción de la batalla está fantástica y la ambientación te quedó perfecta. Te felicito .
Un abrazo
Puri
Pues muchas gracias de corazón 🩷
EliminarMuy buen relato que quizás mereciera una continuación. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias 😊🧭
EliminarHola, De la Flor. Una historia, la tuya, al estilo más clásico de la temática del mes. El acero fue juez y verdugo de la disputa como debe ser.
ResponderEliminarSaludos y suerte.
Muchas gracias, JM 🧭
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