Imagen real de mi brazo iquierdo |
Mi piel no es lisa...
Partiendo de la base en la que ninguna lo es al cien por cien y que no somos un lienzo completamente en blanco. Mis tatuajes son naturales, pero no por ello sin dolor, gracias al Astro Rey y al gen MC1R, el receptor de la melanocortina-1, o lo que es lo mismo, el responsable de mis pecas.
Podéis pensar que mucha gente tiene alguna "pequilla" suelta por aquí y por allá pero, hay poca gente como yo oriunda de España. En mis más de cuatro décadas de vida, habré visto unas seis o siete personas así, a parte de mí, y dos eran mi abuelo paterno y su madre, mi bisabuela.
Pues bien, se juntaron los genes pecosos y pelirrojos de mi familia paterna, los genes pecosos y también pelirrojos de la materna. Dos familias alejadas durante siglos que, por arte del destino se juntaron por mis padres, siendo yo la receptora de estos genes recesivos. El gen MC1R es muy caprichoso y voy a poner de ejemplo a la parte paterna que he podido conocer... Como he dicho, mi bisabuela tenía el tipo de pecas que he heredado. Tuvo cuatro hijos con mi bisabuelo, que era rubio con ojos azules, mi bisabuela los tenía marrones. Yo también. Las dos hijas salieron lo considerado, corrientes. Los dos hijos salieron pecosos, uno rubio y el otro pelirrojo, mi abuelo. De aquí salieron mi padre, su hermana y una prima, hija de su tía. Ninguno con pecas. Saltando a la siguiente generación, somos cinco, siendo yo la mayor. Mis dos primos no son pecosos ni tampoco mi hermano el mediano. El pequeño, ligeramente. Mi hija no tiene, pero le he dicho que esto es así, que puede que le salga un hijo o un nieto con esta característica. Que un gen recesivo se queda agazapado para que creas que no está... Pero sí está y ¡zas! Ahí lo llevas.
Mucha gente da por sentado que no soy de aquí. Si estoy en la playa, automáticamente soy guiri. Si estoy en Lérida, perfectamente puedo ser una mujer del Este. Lo noto cuando alguien habla en catalán y pasan al castellano para dirigirse a mí. Sóc de Lleida. Sóc catalana. (Soy de Lérida. Soy catalana). Y española por los cuatro 'costaos'.
Debido a mi curiosidad y a un test genético, sé que principalmente corren por mis venas sangre de Visigodos, Etruscos, Galorromanos, Panonios y Daunios en tropel.
Bueno, que me voy por las ramas. Esto no es nada fuera de lo normal. La península Ibérica ha sido encuentro de muchos pueblos, interactuando con o sin violencia, y somos el reflejo de ello. Pero a lo que vamos, mis pecas. Las amo. Me hacen diferente. Soy yo. No podría ser yo si un día no las tuviera al despertar por la mañana.
Odio el sol en verano y odio el calor. Sólo tengo dos tonos de piel, blanco folio o rojo gamba. No. No me pongo morena. Pero hay gente que no lo entiende.
Me horroriza ver a los guiris quemándose al sol. Yo me quemé de pequeña más de una vez y por eso le cogí asco al olor del Aftersun de Ecran. Me pongo mala. Al olerlo, siento como arde mi piel roja por la noche, acostada de niña en mi cama, cuando cualquier leve roce del tirante del camisón era un calvario. Hace más de treinta años que no me he vuelto a achicharrar. La crema solar y andar buscando la sombra es mi ley de vida.
Y esta es la historia de mis tatuajes, una piel que de estar roja, es como un pastel de nata y fresa con trocitos de chocolate, como me dijo una compañera de instituto al volver en autocar de una excursión al Delta del Ebro y haber estado andando un par de kilómetros bajo el sol.
Gracias, de la Flor, por compartir estas cuestiones personales con nosotros. Lo más importante es que ese "capricho genético" que te ha marcado no suponga ningún contratiempo o enfermedad física, más allá de las precauciones y ciertas molestias que pueda producirte, por ejemplo con el tema del sol. Por lo demás, cada uno debemos sentirnos orgullosos de ser como somos, sin más.
ResponderEliminarUn abrazo!
De nada, Antonio.
EliminarGracias a ti por pasarte y leer. El relato está escrito oara el Vadereto del blog Acervo de Letras que, en el mes de julio va sobre tatuajes.
Tranquilo que ya no me achicharro más 🤗
Pensé por com9 avanzabas al principio que ibas a renegar de las pecas, pero veo que no. que son causa de orgullo. Mi madre es como tu y mi hermana tambien; yo soy blanco nuclear pero poco penoso. Si me ven en la playa, deben ir a graduarse la vista porque no soy yo. yo también voy cambiando de acera buscando las sombras.
ResponderEliminarMe encantó la asociación de ideas que hiciste para un reto de tatuajes con las pecas.
abrazooo
Hola, Gabiliante.
EliminarNooooo, eso nunca. Me gustan mucho. Cada uno es como es y son un distintivo para mí.
Seguro que en el algún momento o varios, sobre todo en verano, habrás tenido que soportar aquello de: toma un poco el sol que estás muy blanca.
ResponderEliminarComo si lucir tu color natural epidérmico en verano, que es el de todo el año, fuera sinónimo de enfermedad o vete a saber qué. Nunca entendí semejante gilipollez.
Así es. ¿Y sabes qué? Siempre ha sido gente "blanca" de la que me lo ha dicho, quiero decir que la gente negra ni le importa, cosa que también tienen diferentes tonos.
EliminarEn el colegio nunca tuve problema con eso, por lo que nunca he sentido rechazo por ellas.
Hola, Noelia.
ResponderEliminarMe has despistado con eso del Gen. Como te he comentado en mi blog, pensaba que iba a contarnos algo de zombis. Pero no, iba de un tatuaje de lo más original, natural y personal.
Sí, por supuestísimo que le doy validez al reto. Faltaría más.
Además, cuentas una historia verdadera, que no por ello menos fantástica. Es curioso como los genes nos caracterizan y sacan coincidencias con nuestros ancestros; pero también nos diferencia y nos hace únicos en algunos casos.
Me ha encantado ese árbol genealógico y tu maravillosa explicación.
Yo también odio la playa para tostarme al sol, prefiero hornear las cahnes de la barbacoa. Vivo muy cerquita de la playa, pero la uso para pasear, hacer deporte, absorber toda la esencia de la naturaleza y disfrutar de ella. Pero cuando llega la temporada de verano, guiris y bronceadores, huyo de ella.
Me encanta que alardees de tus tatuajes naturales. A partir de ahora, para mí serás: Noelia, la dulce pecosa.
Muchas gracias por tu relato, por tu historia familiar y por ser como eres.
Un Abrazo, sin pecas, pero también blanquiño.
Muchísimas gracias, José Antonio.
EliminarCada uno es como es, la clave es aceptarse y sacarse oartido. Sobre el racismo, por ejemplo, tengo un montón de cosas de las que podría hablar. Trabajando con persobas de diderentes países, tengo mi propia percepción. Estoy siendo muy consciente de la "rivalidad" que hay entre algunos inmigrantes, o por el idioma o por el color de piel... ¿Has oído sobre el privilegio blanco? Muchas veces nos atribuyen un privilegio que no hemos pedido. Y oaro ya porque igual me meto en un jardín.
Abrazos pecosos!! 🌻
Tranquila, Noelia, Reeeeeespiiiiraaaa.
EliminarEse tema y otros similares también me crispan los nervios y me hinchan los... tobillos. Yo también viví algunos casos en mis clases de ocupación profesional.
Privilegios y derechos que se (nos) otorgan y reparten como si fueran cromos; inmigrantes de primera, segunda y tercera; acogida de furboleros, pero no de trabajadores, que nos quitan "lo nuestro"...
En fin, Flor Pecosa, nosotros a lo nuestro. Oídos sordos a todos estos que propagan discursos de odio, segregación y violencia. E intentar desde nuestra posición actuar con el mayor respecto, educación, empatía y solidaridad posible. Se puede.
Abrazos recibidos y reenviados con canas (que son mis tatuajes aireados).
Estoy tranquila 🤗
EliminarDiplomacia ante todo. Canas también, pero teñidas jejejeje.
Al principio me preguntaba por donde iban los tiros, y oye que coincidimos bastante, soy catalana y española por los cuatro costados, y como tú no he vuelto a ponerme al sol desde que tenía 12 añitos, siempre fui algo alérgica al sol pues en el cole cuando estábamos en el recreo en los días de calor me daban hemorragias nasales, aunque el colmo fue cuando me salió un carcinoma en el párpado, entonces tuve más claro que debía protegerme y huir del sol. Tu historia me ha gustado mucho. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminar¡Ay, Nuria! Espero que el canciroma esté controlado o mejor, curado. Es que no puedo con la gente adicta al sol. Un poquito está bien, por la Vitamina D. Pero haciendo una vida normal, la obtienes. Esa gente que se tuesta al sol vuelta y vuelta como un pollo a l'ast... Esa gente.
EliminarOtro abrazo
🌞
☂️
Es el que tenen les herències... que no acaben sent del gust de tothom ! heheheh
ResponderEliminarSalut i bona ombra :)
Hola, Artur. Igualment.
EliminarA mi ja m'agrada aquesta herència 😊
Sino trae algún problema de salud, no está mal tener una anomalía genética que se note. Es como tener un toque personal.
ResponderEliminarY el tomar sol, está sobrevaluado.
Besos.
Gracias, Demiurgo.
EliminarProblema ninguno. Sólo que hay que tener cuidado con el sol.
Saludos Noelia. Muchas gracias por contarnos un poquito más sobre ti.
ResponderEliminar¿Para qué tatuajes, si tú "los tienes" tan personales y únicos?
Hace muchos años, cuando era cría, tuvimos unos vecinos cuyo hijo mayor era pelirrojo, rojo, y totalmente pecoso, (luego se marcharon a otro barrio). Yo estaba flasheada, je je je
En mi familia hay muchos con pinta de nórdicos, ojos de colores: verde, azul, ámbar y muchas pecas.
Yo no, soy del montón, eso sí con mucha aversión al sol por los quemazos innecesarios que tuve de cría a pesar de estar la mayor parte a la sombra.
Me ha encantado tu relato y te mando un caluroso abrazo.
Encantada, Amaia.
EliminarAyayayayay el sol que traicionero es. La última vez que me quemé, hace más de veinte años, fue un día en la playa completamente nublado y nada de calor.
Hola, Noelia, para mí lo que escribes no es nada nuevo. Mi padre, pelirrojo de ojos azules y la piel blanca como la leche, solo en la cara y parte de los brazos que le ha dado el sol los tiene como la foto que has puesto. Su madre, mi abuela, era igual. Y no sé nada más de mis antepasados porque no he hecho estudios genéticos.Yo ahora tengo el pelo teñido por las canas, pero parecía Morticia, el pelo negro y la piel blanca como la de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, María Pilar.
EliminarEntonces sabes de lo que hablo. La mayoría de gente de la península compartimos lo mismos pueblos en mayor o menor porcentaje.
Hola Flor, la verdad es que la genética es muy interesante. Gracias por compartir el origen de tus pecas, que son hermosas. Un excelente aporte para el reto. Saludos.
ResponderEliminarGracias, bella. Cada uno es como es al nacer. Luego podemos modificar ciertas cosas. El cómo y por qué se forma una vida es fascinante.
EliminarMuy interesante, el tema porque viene la idea de la "marca" natural, tambien me llamo la atencion lo de los examenes geneticos, siempre he querido hacerme uno para saber "algo" de mi .... pero aun no lo he hecho, parece es bastante bueno hacerlos y esos examenes, bueno tambien son un tema gigante.
ResponderEliminarGENES!!!.... pues ciertamente hay tantas posibilidades que uno no sabe que va a activar para la siguiente generacion.
Hiciste un relato personal para este vadereto y creo es algo muy aprecido.
Abrazos
Muchas gracias por tu comentario, José.
EliminarEs que el Sol es el tatuador más antiguo de la historia, aunque actua en la distancia, a escondidas pero sin piedad. Suele ser un tatuador temporal, aunque cuando decide dejar marca para siempre, es en forma de pecas. Me ha encantado la frase "un pastel de nata y fresa con trocitos de chocolate"! Super dulce y genial! Un abrazote!
ResponderEliminarGracias, Mariafelita. En su momento no me hizo gracia la frase 😂
EliminarHola Noelia, pues muy orgullosa te tienes que sentir de tus genes y de tu tatuaje como tú dices, uno que ocupa toda tu piel. Probablemente, si tu hija tiene hijos, tendrás algún nieto parecido a ti, ley de genética, como comentas. Yo soy morena y, al revés que tú, paso del color aceituna claro al moreno de mi piel en cuanto el sol me roza, no paso por el rojo, no me suelo quemar, pero, al igual que tú, odio el sol, no me gusta ponerme al sol ni cuando estoy dentro del agua, la cual me encanta, así que intento estar por el fondo todo lo que mi respiración humana me permite, jeje. Así pasa, casi cero vitamina D, psoriasis en la cabeza (que debe darme el sol), hereditaria también, y ahora hipotiroidismo donde también me han dicho que me dé el sol en el cuello... En fin, la vida... Me he enrollado contando mis males, jajajaja, lo siento.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola, Merche.
EliminarNo te preocupes. Aquí es un lugar para comentar y exolayarse si se quiere. Me gusta leer y contestar a todos los mensajes cuando puedo.